APADRINA VIVE

La futura sede de Apadrinaunolivo.org

En Apadrinaunolivo.org nos encantaría hacer posible el sueño de tener una sede para que fuese centro de visitantes y de interpretación del olivar y del AOVE que con tanto cariño producimos en nuestra almazara.

Aunque de momento no hay previsión de construirlo por falta de fondos y estamos plenamente enfocados en la recuperación del olivar y en extender el modelo de desarrollo rural sostenible, agradecemos a Pablo Diego su trabajo y el hecho de que pensara en nosotros para su proyecto y le felicitamos por todos los galardones obtenidos, deseándole muchos éxitos en su incipiente carrera profesional.

Y por eso hemos querido charlar con él para que nos contase un poco más acerca de su trayectoria y de la idea que ha tenido con nuestra sede.

Estudiante de Arquitectura en la Universidad Europea de Madrid, hizo un Erasmus en la Universidad de Delft en Holanda y desde 2014 hasta hoy, ha sido voluntario y coordinador de Open House Madrid, el festival de Arquitectura y Diseño de la Comunidad de Madrid. Además, desde noviembre de 2018 participa como voluntario del proyecto «Gotas para Níger» de UNICEF y acaba de ser nombrado por la Sociedad Española de Excelencia Académica (SEDEA) como el mejor graduado de arquitectura a nivel nacional del 2020.

A Pablo le preguntamos por su relación con Apadrinaunolivo.org: “Descubro Apadrina un olivo cuando en la asignatura de Proyectos de 5º de carrera nos piden hacer la sede a una organización. Conozco a Adrián Piñas, uno de nuestros fundadores, el cual me cuenta un poco como funciona y decido escogerla ya que la conexión con la naturaleza y el medio ambiente es algo que siempre intento plasmar en mis proyectos. Además, en ese momento Apadrina un olivo no contaba con una sede y me pareció una buena idea mezclar los olivos con la construcción de un edificio.”

¿Cómo es el proyecto?

Dentro de este bosque flotante encontramos hasta 80 especies de olivos. En el que se crea una similitud con los ríos de montaña y las nubes a través del propio proyecto, la topografía circundante y la fuente adyacente. El proyecto cuenta con una doble fachada ventilada de ETFE, con 4 láminas por cada cojín en la que, entre la primera y la segunda, la tercera y la cuarta hay un gel que, al activarse con una corriente eléctrica, cambia las propiedades de la fachada plástica y permite o no la entrada de luz según convenga.

El espacio está dividido en dos zonas, la sede de la ONG, que corresponde a un espacio más pequeño ya que todavía está creciendo, y la parte norte y más grande que es un espacio de coworking que se puede alquilar para conseguir más fondos. El edificio tiene la versatilidad de que si la ONG se hace mucho más grande se puede anexar el segundo espacio simplemente moviendo los olivos, que están suspendidos en jardineras colgadas de la estructura principal.

Solo tenemos palabras de agradecimiento para Pablo, que nos ha creado una sede de ensueño que esperamos que se haga realidad algún día.

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