Apadrinar un olivo
OLIVOS

Apadrinar un olivo para prevenir el síndrome postvacacional

  • Según expertos, para prevenir y llevar mejor la vuelta a la rutina es activar nuevos retos e ilusiones; trabajar en la positividad, cuidar la alimentación y buscar momentos de ocio y relax.
  • Apadrinar un olivo es una opción preventiva. Reconecta con la naturaleza a través de un proyecto con reto innovador contra la despoblación rural que empodera el autoestima. Ilusionando con nuevas escapadas de ocio y relax a un entorno rural como Oliete donde disfrutar de los productos endógenos de la zona para una alimentación saludable y consciente.

 

Se acerca el fin del verano y con ello el fin de las vacaciones. En ocasiones, el tiempo que pasa desde el comienzo de la rutina hasta la adaptación, puede hacer que se padezca un malestar que afecta a la calidad de vida: a nivel físico, emocional y social. Algunas de las consecuencias son el insomnio, la falta de concentración en el trabajo,  entre otras. Esto es el llamado síndrome postvacacional. Según expertos, para prevenir y sobrellevar de la mejor manera esta vuelta a la rutina, recomiendan volver de una manera gradual; activar nuevos retos e ilusiones; trabajar en la positividad, cuidar la alimentación y buscar momentos de ocio y relax. Apadrinar un olivo puede ser una solución.

Según la Asociación Española para el estudio de la Ansiedad y Estrés (SEAS) el síndrome postvacacional lo llegan a sufrir el 60% de los trabajadores. Por ello, la mejor solución para no formar parte de este grupo es prevenir este trastorno temporal. Apadrinar un olivo es una opción que ayuda a hacer frente a esta reincorporación al trabajo, ya que cumple con las recomendaciones de los especialistas. 

Con la vuelta de las vacaciones se suelen plantear dos retos: evitar el estrés emocional de la vuelta a la rutina y recuperar los hábitos saludables después de los excesos de las vacaciones. Marta García, psicóloga especializada en nutrición, ecopsicología y autora de Comer sin prejuicios, comenta que empezar a interesarte por un árbol, por cuidarlo, va a potenciar justamente reforzar el autoestima y autonomía personal.

 

Un nuevo reto e ilusión 

Apadrinar un olivo es una nueva ilusión. Se trata de incorporar un integrante más en la familia. El apadrinamiento conlleva elegir un olivo desde la web del proyecto Apadrinaunolivo.org. En este proceso de elección se tiene la posibilidad de elegir ese árbol que ilusiona y enamora, ya sea por su aspecto, el número de ramas, su tamaño, etc. Una vez apadrinado comienza un nuevo reto. Se entra a formar parte de la familia de 6.000 madrinas y padrinos que ayudan a la recuperación de los 100.000 olivares centenarios haciendo frente a la despoblación de Oliete. Un pueblo de 340 habitantes (2021) en la provincia de Teruel. La aportación anual de 50€ es destinada a contratar personal para el mantenimiento y recuperación de los olivares fijando población en la zona. Algo que llenará de esperanza personal por ver los avances anuales de la organización, además de la evolución del olivo apadrinado. Sumado a la gratificación de devolver la ilusión a un pueblo y sus familias, quienes podrán mantener su vida en él, sin tener que buscar otras oportunidades fuera de su hogar. En la oficina o con las amistades se tendrá una experiencia gratificante que contar de aceptación social. Marta García comenta que “tener este vínculo con el agricultor, interesarte por sus quehaceres diarios, por su trabajo, por cómo cuida a este olivo, permite comenzar a construir conexiones con otra persona, intereses, y eso va a reforzar también justamente toda la esfera social que tan olvidada tenemos.”

Escapadas de ocio y relax

Según los expertos buscar momentos de ocio y relax es otra solución contra el síndrome postvacacional. El olivo que entra a formar parte de la familia está deseando conocer y ser bautizado por su madrina o padrino. Para ello, hay que ir a Oliete. Un lugar mágico y rural, donde conectar con la naturaleza. Marta García como ecopsicóloga dice “el entorno natural también tiene una gran capacidad para regular nuestro sistema nervioso”. Por esto, apadrinar un olivo devuelve la ilusión de programar una nueva escapada para ir a visitarlo. Los parajes de Oliete llenan de nuevos estímulos los sentidos, a través de los colores, texturas, aromas, formas, patrones, etc. Entrar en contacto con un espacio natural y rural devuelve las ganas de ir a caminar y fomentar la actividad física en zonas exteriores. Favoreciendo la actividad física y los beneficios de esta para la salud y el autoestima. La psicóloga añade que “vincularse con la naturaleza es muy importante para nuestra salud mental porque también estamos potenciando nuestra propia intimidad. Cuando yo me intereso por un olivo que estaba abandonado y que a partir de ahora va a empezar a ser cuidado, respetado, honrado y me empiezo a interesar por la salud de ese olivo, por cómo está, si está floreciendo o no, este interés genuino va a hacer que nos podamos interesar también por nuestra propia salud y que esa intimidad, esa vinculación con una misma, también florezca.”

 

Alimentación consciente y saludable

Apadrinar un olivo hace cuidar tu alimentación. El aceite de oliva virgen extra está demostrado que es saludable y cuenta con propiedades nutricionales. Como agradecimiento al apoyo al proyecto cada madrina y padrino recibe después de cada cosecha 2 litros de aceite de oliva virgen extra. Mi Olivo ha sido galardonado por segundo año consecutivo “Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra en la Denominación de Origen Protegida Aceite del Bajo Aragón”. Además, Lucía López Marco coordinadora de Justicia Alimentaria de Aragón declara que “apoyar a Apadrinaunolivo.org es una manera ideal de avanzar hacia la soberanía alimentaria”. La razón es porque el proyecto continúa con su misión de promover el desarrollo local y potenciar la vida en las zonas rurales de la Comarca de Andorra-Sierra de Arcos a través de MiOlivo.org. Su tienda de productos gourmet de aceite de oliva virgen extra y conservas de vegetales endógenos de la zona envasadas en el Aceite de Oliva Virgen Extra y asadas con los restos de la poda de olivos centenarios. De esta manera, se tiene en cuenta a la gente del territorio y se elabora un producto alimentario de una manera sostenible, que genera empleo en el medio rural e integra a personas con problemas de integración social. Sobre esto Lucía López, explica  que “existe una desconexión, cuando compramos el aceite de oliva en el súper. Ni siquiera nos preguntamos cuántos árboles han necesitado, de dónde vienen las aceitunas que lo han producido. Consumir AOVE y conservas de MiOlivo.org, incluso servirá para mejorar nuestra relación con la comida, con lo qué comemos y con cómo lo comemos. La alimentación consciente nos invita a ir más allá de lo que vemos en el plato y comprender cuántas personas han estado implicadas, cuántos animales, árboles, climas, han necesitado para que ese alimento esté hoy en mi plato. Sin duda puede ser muy positivo.”

Por lo tanto, apadrinar un olivo es una manera de prevenir el síndrome postvacacional. Se reconecta con la naturaleza; se forma parte de un reto innovador y se empodera el autoestima por contribuir a un proyecto social que hace frente a la despoblación rural. Permite ilusionarse con nuevas aventuras por tener la posibilidad de viajar a Oliete, y descubrir nuevos entornos de turismo rural. Además, apoyar la iniciativa con el apadrinamiento y los productos de MiOlivo.org promueve una alimentación sostenible y consciente y de desarrollo rural ¡Apadrina un olivo!

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