MADRINAS Y PADRINOS

Lucía López Marco: “Apoyar a Apadrinaunolivo.org es una manera ideal de avanzar hacia la soberanía alimentaria”

Lucía López Marco sueña con ser pastora. También sueña a menudo con su abuela Carmen, quien tiene en Oliete un olivo en su honor. Al lado de Carmen está Teresa, el olivo que lleva el nombre de su nieta (la hija de Lucía). Teresa ha heredado el nombre de sus abuelas, que a su vez llevaban el nombre de sus abuelas. Parece una historia complicada en la que los nombres y los vínculos familiares femeninos se cruzan con la tierra y se enredan con las raíces de los olivos. Pero no lo es tanto: el árbol genealógico, de algún modo, Lucía se lo lleva al árbol que lleva siglos alimentando a su familia. Sus olivos simbolizan un vínculo que va más allá de lo que podemos ver y tocar.

Lucía es veterinaria y divulgadora de temas rurales. Además, es coordinadora de Justicia Alimentaria de Aragón. Su labor incansable en Mallata (primero blog, revista y ahora también podcast), le ha valido ya varios reconocimientos desde que lanzó su blog en 2015.

Vive en un pequeño pueblo de Huesca, desde donde reivindica a diario la importancia de la soberanía alimentaria y de las mujeres en el medio rural.

Desde hace años, Lucía es madrina en Apadrinaunolivo.org. Además, recientemente se convirtió en nuestra nueva embajadora. Hablamos con ella de soberanía alimentaria, agroecofeminismo, innovación en el medio rural, vínculos y cuidados.

Pregunta: ¿Cómo conociste Apadrinaunolivo.org y qué te llevó a ser madrina?

Respuesta: Anteriormente trabajaba en el Instituto Agrómico Mediterráneo de Zaragoza y colaborábamos en un proyecto que se llamaba SIMRA, las siglas en inglés de innovación social en áreas rurales marginales. Estábamos recopilando iniciativas de innovación social desarrolladas en zonas remotas de Europa. Alguien me habló de Apadrinaunolivo.org, les llamé, me contaron todo lo que hacían, no solo esa parte más ambiental y de recuperación de la biodiversidad agraria y de olivos recuperados sino también de todo ese impacto que tenía a la hora de generar empleo en el medio rural. El proyecto me enamoró tanto que, tal cual colgué, me metí en la página y apadriné un olivo.

P: Ahora, además de madrina eres embajadora. ¿Qué supone para ti?

R: Es todo un orgullo. Me hizo mucha ilusión cuando me lo propusisteis porque Apadrinaunolivo.org es un proyecto que me encanta y del que siempre voy hablando a todo el mundo. Ojalá hubiese más iniciativas así, porque, si hubiera una así en cada comarca, revitalizaríamos el medio rural. Supone muchísimo orgullo y también responsabilidad por todo lo que hay detrás.

P: Desde Mallata siempre te vemos promoviendo alimentos artesanales, caseros y sostenibles que elabora gente de tu tierra. Ahora también lo haces con nuestro aceite de oliva virgen extra y los productos Mi Huerto que elaboramos en la conservera de Alacón. A nada que se te conozca un poco vienen dos palabras a la mente: soberanía alimentaria. ¿Qué te empuja a promoverla?

R: Creo que lo que me empuja a promover la soberanía alimentaria es que me parece la herramienta principal con la que promover el desarrollo local y potenciar la vida en nuestras zonas rurales.

Por otro lado, también, desde el punto de vista de la emergencia climática en la que vivimos, resulta necesario apostar por los canales cortos de comercialización y por productos elaborados de forma sostenible.

Y desde luego que Apadrinaunolivo.org encaja perfectamente en el concepto de soberanía alimentaria. Incluso da como una vuelta al concepto porque no solamente tiene en cuenta a la gente del territorio y elabora un producto alimentario de una manera sostenible, sino que genera empleo en el medio rural e integra a personas con problemas de integración social.

Creo que desde luego apoyar a Apadrinaunolivo.org, bien sea apadrinando un olivo o consumiendo sus productos, es la manera ideal de avanzar hacia la soberanía alimentaria.

P: La otra faceta más conocida de ti quizás sea la del feminismo rural, anclado a la tierra. Cada 8M escribes con María Sánchez, también embajadora nuestra y madrina, el manifiesto “Por un feminismo de hermanas de tierra”. ¿A qué adversidades nos enfrentamos las mujeres rurales de hoy y por qué sigue siendo necesaria para ti esta reivindicación?

R: Las mujeres rurales siempre hemos estado más invisibilizadas que los hombres en la sociedad en general, pero es verdad que a la hora de centrarnos en el medio rural esa brecha de género se agudiza. Las mujeres tenemos más dificultades para acceder a la tierra, aunque el sector agrario sigue siendo la principal fuente de ingresos en el medio rural. Además, a esto se suma a día de hoy la falta de servicios básicos si lo comparamos con las grandes ciudades. Creo que por eso sigue siendo importante esta reivindicación.

Hay que impulsar y empoderar a las mujeres que viven en el medio rural porque son las principales productoras de alimentos, pero solo poseen entre un 1% y un 2% del total de las tierras agrarias en el mundo. Eso se traslada a todo lo demás.

Además, el papel que jugamos las mujeres en el medio rural es fundamental no solo para mantener vivos los pueblos, sino que además de producir alimentos somos las que nos encargamos principalmente de cuidar a las personas, animales, plantas y territorio. Es muy necesario visibilizar todas esas actividades que realizamos, así como empoderarnos y también de servir de ejemplo a las futuras generaciones para que ciertas dinámicas no se repitan.

P: Entre esas mujeres de la tierra tienes muy presentes a tu abuela Carmen y a tu hija Teresa, que ahora están representadas, y juntas, en dos olivos que llevan sus nombres y de los que eres madrina. ¿Por qué elegiste el nombre de tu abuela? ¿Qué significa para ti esta representación femenina en forma arbórea?

R: Cuando conocí el proyecto me hice madrina al segundo, no me lo pensé y en seguida le puse el nombre de mi abuela. Pero sí que es verdad que para mí mi abuela siempre ha sido un gran referente, estaba muy unida a ella y lo sigo estando. Recientemente he soñado mucho con ella. También siento ese vínculo cada vez que veo un olivo.

Siempre que veo un olivo pienso en nuestros antepasados: son árboles que llevan tantos años observándonos, dando vida al territorio, extendiendo las raíces, que me hacen pensar mucho en cómo se relacionarían con el olivo mis antepasados. Extienden sus raíces y para mí es una forma de abrazar la tierra y el territorio, que es lo que hacía siempre mi abuela, que nos abrazaba a todos los nietos y con ello extendía la familia.

Me parece muy bonito que mi último olivo amadrinado se llame Teresa y que fuera una propuesta vuestra. Porque mi hija se llama Teresa precisamente porque sus dos abuelas se llaman Teresa y las dos se llaman así porque a su vez sus abuelas también se llamaban Teresa.

P: ¿Crees que podemos reforzar nuestros vínculos, o incluso el arraigo, tan necesario para mantener los pueblos con vida, a través de gestos como cuidar o nombrar un árbol?

R: Sí, desde luego. A través de los nombres nos relacionamos con nuestros antepasados y con los olivos, que han visto varias generaciones de familias y son un árbol referente de la cultura y la dieta mediterránea sin el que nuestros paisajes, dieta y tradiciones no serían lo que son.

Ese papel que ha jugado el olivo durante generaciones y poder darle un nombre que es como darle más importancia al olivo, y se crea un afecto. Das nombre a tus hijos, a tu perro, a tu gato, a aquellos seres por los que sientes un afecto especial; no das nombre a una hormiga que te cruzas por la calle y no vuelves a ver.

Nos hemos olvidado completamente de que tenemos olivos y otros árboles que nuestros antepasados han cuidado durante generaciones igual que las casas y de repente la gente se va e igual que se caen las casas los olivos caen en el abandono. Es fundamental recuperar la relación con esos árboles. Apadrinaunolivo.org pone sobre el papel todas las partes en las que es fundamental el olivo. No solo nos dan de comer, sino que mantienen vivo el territorio y mantienen activas a las personas. Recuperar un olivo va más allá de recuperar un árbol: estás recuperando una relación con tus antepasados, una dieta, unas tradiciones, unos pueblos…

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