Desde hace años, el Mundo Rural ha estado enfrentando un desafío monumental: el relevo generacional en el sector agrícola. Esta realidad, lejos de ser una mera estadística, se ha convertido en una preocupación apremiante que demanda atención inmediata. Por eso desde Apadrinaunolivo.org, es esencial abordar este tema con determinación y dos pilares fundamentales. Formación para los trabajadores del campo y condiciones laborales adecuadas.

En el corazón de esta problemática se encuentra la pérdida gradual de agricultores en regiones como Aragón, donde se encuentra nuestro proyecto. Aragón ha perdido más de 1300 agricultores en tan solo cinco años, es innegable que el sector primario está atravesando una crisis de proporciones significativas. Pero, quizás más preocupante aún, es el hecho de que la edad media de aquellos que permanecen en la labor agrícola es de 61 años. Esto no solo refleja un envejecimiento demográfico dentro del sector, sino también un llamado de atención urgente sobre la falta de relevo generacional y ese envejecimiento del Mundo Rural.

La agricultura, sigue siendo una de las piedras angulares de nuestra sociedad y necesita un flujo constante de nuevas generaciones dispuestas a tomar las riendas. Sin embargo, factores como la urbanización, la vivienda y la percepción errónea de que el trabajo agrícola carece de futuro, han contribuido a una disminución en el número de jóvenes interesados en dedicarse a esta labor.

Es en este contexto que iniciativas como la nuestra, deben cobrar una importancia aún mayor. Durante una década, hemos estado trabajando incansablemente en la recuperación de olivos en Oliete y otras zonas de la comarca, no solo preservando un legado cultural y medioambiental invaluable, sino también ofreciendo una oportunidad para que nuevos trabajadores y trabajadoras se involucren en la agricultura.

Sin embargo, más allá de la labor de una sola organización, el desafío del relevo generacional requiere un enfoque integral y colaborativo. Es necesario que los gobiernos, las instituciones educativas, las empresas y la sociedad en su conjunto se unan para crear políticas y programas que fomenten el interés de los jóvenes en la agricultura, proporcionando apoyo financiero, capacitación y acceso a la tierra. 

Y no solo estas “instituciones” sino que el apoyo que madrinas y padrinos dan al proyecto o aquellos que apuestan por la agricultura sostenible y los productos más justos, ejercen un papel fundamental en el día a día de este desarrollo del campo.

Además, es esencial cambiar la percepción social en torno a la agricultura. Debemos destacar su importancia vital para la seguridad alimentaria, la sostenibilidad ambiental y el desarrollo económico local. La agricultura no es solo una profesión, sino un estilo de vida enriquecedor y gratificante que ofrece infinitas oportunidades de crecimiento y contribución a la comunidad. Por eso lanzamos también nuestro reto navideño, un reto para atraer genias y lideresas al Mundo Rural. 

El relevo generacional en el Mundo Rural es una cuestión que no podemos permitirnos ignorar. Es hora de actuar con determinación y visión a largo plazo para garantizar que nuestras tierras sigan siendo fértiles y vibrantes para las generaciones venideras. Con el compromiso y la colaboración de todos, podemos asegurar un futuro próspero para el sector agrícola y para las comunidades rurales en su conjunto.

Nicolás López Sancho