Como cada 15 de mayo, Oliete ha rendido homenaje hoy a San Isidro Labrador, patrón de los agricultores. Lo ha hecho, como viene siendo habitual, con una celebración discreta pero cargada de simbolismo. En un pueblo donde el campo ha sido siempre fuente de vida, esta fecha mantiene viva la conexión con la tierra, la tradición y, sobre todo, con nuestros antepasados.
El acto central de la celebración de San Isidro ha sido la misa baturra en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la posterior procesión por las calles de Oliete. Las jotas aragonesas, interpretadas durante la misa por parte de la Asociación Cultural Ribera del Martín, han acompañado la celebración, durante la que también se ha celebrado una ofrenda de frutos como símbolo de gratitud a San Isidro.
Desde Apadrinaunolivo.org no hemos querido faltar a esta tradición, haciendo entrega de varios de nuestros productos de Mi Olivo, agradeciendo así a San Isidro las abundantes lluvias que han regado el olivar y las huertas de Oliete y Alacón (Teruel) durante esta generosa primavera.




Después ha tenido lugar la procesión con el Santo y también la bendición de los términos. Para finalizar la celebración, el Ayuntamiento de Oliete había preparado, como es ya tradición, un reparto de bocadillos en la plaza de la Iglesia. Además, desde Apadrinaunolivo.org decidimos aprovechar esta jornada festiva para compartir un rato distendido entre compañeros disfrutando de un pequeño picoteo en el Rincón del Olivo, nuestro bar-tienda gourmet, que también se encuentra en la plaza de la Iglesia.
Esta celebración, aunque sencilla, refleja el cariño que Oliete guarda a sus tradiciones y a su legado. San Isidro sigue siendo para quienes trabajamos el campo una figura cercana, protectora, y profundamente ligada a nuestros orígenes. En estos tiempos en los que muchas costumbres tienden a diluirse, mantener viva la celebración de San Isidro es un acto de memoria, de homenaje a los antepasados y de orgullo por lo propio. Porque en Oliete, las raíces no solo se cultivan, se celebran.
¡Viva San Isidro! ¡Viva Oliete!