El olivar tradicional para el desarrollo rural. Un modelo que Apadrinaunolivo.org  protege como pilar para el desarrollo rural por su impacto social, ambiental y económico sostenible. 

A finales de octubre comienza la campaña nacional de la recogida de oliva. Según expertos, se prevé que este año tras los acontecimientos climáticos haya una caída del 40 % de la cosecha. Este suceso trae consigo daños socioeconómicos en el sector agrícola donde más de 350.000 agricultores se dedican al cultivo suponiendo 15.000 empleos y 32 millones de jornales por campaña. El 0,6% del PIB nacional.

Ante este suceso nos encontramos con una situación crítica para uno de los sectores más importantes cómo es la agricultura y el trabajo en el olivar. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la producción española de aceite de oliva supone el 70% de la producción de la UE y el 45% a nivel mundial, un pilar para la economía española. Por ello, su estabilidad repercute a nivel social, ambiental y territorial. 

En años como este es necesario poner de manifiesto y reivindicar modelos tradicionales de cultivo y apoyarlos. Estos modelos frente a los de regadío intensivo y superintensivo ofrecen un aceite de calidad y singularidad; generan empleo y estabilidad en áreas rurales; cuidan el medio ambiente evitando el exceso de uso de recursos hídricos y fitosanitarios. 

Desde hace 8 años Apadrinaunolivo.org viene defendiendo este modelo tradicional. A través del apoyo anual de madrinas y padrinos la entidad ha conseguido la recuperación de 15.000 olivos reactivando la actividad económica, no solo en el área de Oliete. También, con la construcción en 2016 de la primera Almazara social y solidaria y la producción de Mi Olivo, Aceite de Oliva Virgen Extra se ha conseguido extender a otras áreas el impulso del sector primario de olivar, a través del pago justo a otros agricultores. Un aceite con reconocimientos nacionales e internacionales, lo que pone en valor la calidad del fruto que se cultiva en los olivares con modelo tradicional. Mantener estos olivares centenarios en activo ya ha mitigado la suma de 6,9 toneladas de CO2. La recuperación de olivos tiene un efecto más inmediato que plantar ejemplares nuevos que necesitan una media de 10 a 15 años para captar CO2 de forma significativa. Para seguir protegiendo la calidad e impacto de la agricultura en Oliete, Apadrinaunolivo.org cuida los procesos de mantenimiento con técnicas preventivas y tratamientos naturales para evitar el uso de pesticidas, que pueden ser perjudiciales para la salud alimentaria. 

 

El mantenimiento de actividades tradicionales son importantes para la conservación de los ecosistemas de olivares. LIFE Olivares Vivos, el mayor estudio realizado a nivel mundial sobre la biodiversidad del olivar, por investigadores de la Universidad de Jaén y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y socios de este proyecto LIFE. En este se avala la efectividad del modelo Olivares Vivos y refrendan la importancia del olivar para la conservación de la biodiversidad en Europa. Según este estudio es un ejemplo de cómo llevar a cabo estrategias y técnicas de cultivo tradicionales y no agresivas e invasivas, “trae la naturaleza de vuelta a las tierras agrícolas”, uno de los principales objetivos de la Estrategia de Biodiversidad para 2030. Según el informe se estima que continuar el mantenimiento de estos cultivos contribuiría a la recuperación de poblaciones de aves, hormigas, abejas y plantas hasta en un 35%. Es importante destacar que la olivicultura tradicional frente a la intensiva y superintensiva, trabaja sobre árboles centenarios que permite fortalecer los ecosistemas. A diferencia de la vida útil de 15 años de los otros olivos que amenazan con la recuperación de las especies en olivares. 

El informe Salvemos el buen aceite tras su estudio advierte que a pesar de suponer el olivar tradicional más del 68 % del total cultivado en España y sus variables positivas. Existen elementos como la baja rentabilidad, por la competencia de precios internacional; la pérdida de consumo y la expansión mundial de la olivicultura. Estas variables podrían suponer el abandono de más de 500 mil hectáreas de olivar español, en los próximos 10 años.  Perdiendo el 20 % de la superficie total de olivar cultivado en nuestro país sustituido por otros modelos de producción más rentables pero más agresivos y que ponen en riesgo aspectos culturales y ambientales. 

A pesar de que el olivo es una especie tolerante a la sequía, la disponibilidad de agua se considera un recurso importante para mejorar y estabilizar el rendimiento final. Las consecuencias del cambio climático y la falta de recursos hídricos este año han provocado que gran parte de la cosecha se pierda, se estima que hasta un 40 %. Según datos extraídos del estudio Empieza la cuenta atrás. Impactos del cambio climático en la agricultura española de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) en los próximos años se prevé una continuidad de cambios climáticos que afectarán a olivares irrigados y de secano. Lo que disminuiría el rendimiento en al menos un 3.5% y 7% si se superan los 1,5 ºC, y más de 11% y 23% respectivamente a partir de los 3ºC de calentamiento. 

Los olivares intensivos y superintensivos consumen anualmente entre 2.000 y 3.000 metros cúbicos por hectárea de agua de recursos hídricos frente al tradicional. Ante esto, apostar por olivares tradicionales, supone una menor dependencia de recursos hídricos con mejores resultados de calidad en el fruto. Los olivares que trabaja la entidad en Oliete, ponen en valor sistemas tradicionales. Actualmente, el tipo de agricultura que aplicada se enmarca dentro de las directrices europeas de agricultura ecológica, lo que representa un respeto por las plantas y el suelo, haciendo los trabajos mecánicos imprescindibles y controlando las posibles plagas de forma natural mediante productos ya presentes en la naturaleza, que mediante un manejo adecuado proporciona control. 

Por otro lado, los efectos climáticos, la sequía y otros fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor pueden tener efectos en la ecología y la fisiología del cultivo del olivo. El uso de un olivar intensivo implica el uso de una mayor mecanización del campo. La mecanización termina por afectar las estructuras de la tierra, provocando un deterioro y tendencia a la desertización con todas las consecuencias que esto conlleva. No contar con tierras fértiles causa la pérdida de biodiversidad, materia orgánica y la incapacidad de infiltración del suelo. Amenazando con la desertización de las áreas afectadas y una sucesión de nuevos fuegos incontrolables y lluvias torrenciales. Sin hablar de las diversas formas de contaminación y pérdidas económicas en la zona.  Por ello, un olivar tradicional va a suponer una menor agresión ambiental, donde el mantenimiento y cultivo conservan la calidad de la tierra, frena la desertización y contribuye a la lucha contra el cambio climático por su elevada capacidad de absorción de CO2. Además, los olivares tradicionales utilizan varietales autóctonos, perfectamente adaptados a sus climas y suelos. En el caso de Apadrinaunolivo.org, se pone en valor la variedad empeltre, típica de la zona aragonesa donde se sitúa Oliete. Evitando así la pérdida de esta variedad endógena que se veía amenazada por el abandono y despoblación.  

Otra de las razones de la excesiva mecanización es la pérdida de mano de obra. La falta de compromiso social en la agricultura intensiva y superintensiva por el exceso de mecanización pone en riesgo la pérdida de un oficio tradicional de generaciones. La falta de trabajo agrícola es uno de los principales motivos de despoblación en las áreas rurales, y con ello las tradiciones locales. Para Alberto Alfonso Pordomingo, co-fundador de Apadrinaunolivo.org, observar como Oliete no disfrutaba de sus tradiciones por el éxodo rural que iba sufriendo por el abandono de los olivares, fue el principal motivo para poner la solución. Donde a través de los apadrinamientos para la recuperación de los olivares se generan empleos con prácticas laborales justas para el fomento de la comunidad local para el asentamiento de las familias y nuevos repobladores. 

Apadrinaunolivo.org pone en valor el olivar del tipo tradicional con olivos de la variedad empeltre, arbequina, manzanoto y royal. A diferencia de un olivar extensivo nunca podrá competir en rentabilidad. No obstante, empodera otra serie de variables, como es dar trabajo a agricultores, la calidad, ahorro de recursos hídricos y químicos, protegiendo la biodiversidad y calidad del terreno siendo un cultivo limpio. Así, apadrinando un olivo estarás contribuyendo a seguir con el propósito de conservar el olivar tradicional y todo el impacto positivo que conlleva.